El viaje ha sido largisimo; 15 horas de avion, en asientos de enmedio con las piernas agarrotadas y todos los asientos ocupados. Cuando ya llevabamos 8 horas de vuelo, hemos sacado de la mochila; chorizo, jamon, queso y alguna delicatesen mas y el tripulante Carlos, nos ha dejado un mostrador donde hemos podido recenar y reinrnos un poco, al final, medio avion hacia cola para compartir la recena.
En Santiago hemos comido en el Cuero de Vaca, carne excepcional con los amigos de Alerce Chile y la cena la hemos hecho en un italiano cutre en Bellavista. Por la tarde unas cervezas en Plaza Armas y paseo.
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